
Hace unos días, curioseando en un foro de internet me sorprendía la pregunta de un estudiante universitario (cito textualmente): "me gustaría saver con quantas faltas te suspenden un examen si es que te lo suspenden".
Un texto académico propone -ya sea en educación básica, bachiller, licenciatura o doctorado- la comunicación de un saber científico disciplinar, empleando para ello la exposición, la explicación y la argumentación. La experiencia demuestra que una de las carencias principales en alumnos y alumnas de los diferentes niveles son los problemas de redacción y ortografía.

Ya se trate de una tesis doctoral, una monografía, un ensayo, un resumen, una ponencia, una reseña, un comentario de texto, o unos simples apuntes de clases, es necesario un conocimiento de la estructura, los recursos y el lenguaje apropiados para estos tipos de textos. Un detalle como es el caso de las formas de citación resulta un recurso imprescindible en los textos académicos. De igual forma definiciones, comparaciones, analogías, ejemplificaciones, tecnicismos... metáforas, paradojas, elipsis, hipérboles... sinonimias, paráfrasis, conexiones...requieren un dominio que no siempre está al alcance de estudiantes por muy brillantes que sean en una o varias materias.